Cuando estamos en casa y nos quejamos de las labores del hogar, en vez de dejar a los niños solos frente a una pantalla, aprovechemos y compartamos los espacios con ellos. La cocina es un gran salón de clases es un laboratorio con muchas fuentes de aprendizaje, para nuestros niños.
Voy a contar mi experiencia en la cocina, uno de los lugares que más tememos y del cual alejamos a los niños, con toda razón.
Sin embargo, con acompañamiento y reglas claras, es uno de los lugares en donde se aprenden muchos conceptos y se realiza un aprestamiento importante para muchas áreas; además, favorece su desarrollo personal, se siente importante y valioso, aprende a esperar, entre otras cosas.
Sin temor a equivocarme, tiene muchos beneficios; cito algunos ejemplos: Desde los 2 años mi hija me acompaña en la cocina; al principio me ayudaba sacando las verduras y yo le decía sus colores y formas; describíamos su tamaño (grande, pequeño), las pesábamos, comparábamos y probamos sabores. Aprendemos matemáticas, trabajamos medidas,cantidades y tiempo.
Estaba aprendiendo muchos conceptos sin estar recibiendo una clase en particular y lo hacía de una forma natural y conversando.
Ella disfrutaba mucho, en especial cuando me ayudaba a pelar los huevos cocidos.
En la cocina se pueden trabajar conceptos matemáticos y también motricidad fina. Se manipulan alimentos de diferentes tamaños y texturas, remueven cortan, hacen pinza con los dedos.
A medida que ha ido creciendo hemos ido incorporando otras actividades tales como esparcir la mantequilla en el pan, sacar los ingredientes de la nevera y mezclar las verduras y frutas para hacer variedad de ensaladas.
Trabajamos los sentidos la vista ( Colores de los alimentos).Algunos cambian con la cocción.
El olfato los olores que percibimos al preparar y cocinar.
El Tacto, al manipular los alimentos las texturas y las temperaturas.
El gusto, los sabores dulce, salado, ácido.
El oído, el escuchar la cocción de los alimentos, la licuadora, o los otros instrumentos utilizados, son variados y múltiples sonidos en una cocina.
Cuando aprendió a leer, leíamos juntas las recetas y medimos las cantidades. Como en una clase con reglas claras, ella sabe que me puede ayudar en todo lo que yo le diga y ha aprendido que debe evitar acercarse a la estufa y a los objetos calientes; que el cuchillo lo utiliza con mi supervisión al cortar limones para luego hacer limonada.
Con estos cuidados estamos aprendiendo medidas de prevención y seguridad, aprendiendo que en la cocina existen riesgos o peligros y que hay que actuar con cuidado.
Todo esto puede aportar a los niños muchos beneficios: mejora la comunicación, aumenta la confianza en sí mismos, aprenden a trabajar en equipo, conocen nutrientes aprendemos hábitos saludables, a cuidar nuestro cuerpo mediante una alimentación saludable. Mejoran su motricidad fina y les ayuda a potencializar su autonomía, desarrollar la imaginación, entre otras. Hay muchos beneficios en cocinar.
Bertha Marina Abad
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Muchas gracias, por contar esta bella experiencia de aprendizaje. Me gusto mucho éxitos.
ResponderBorrarGracias a ti, por tomar parte de tu tiempo en leer y comentar.
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