Las tres gotas de Agua |
El Alba pasó una mañana cerca de una camelia y oyó pronunciar su nombre por tres gotas cristalinas. Se aproximó; luego posándose en el corazón de la flor, preguntó cariñosa:
¿Qué desean de mí, gotas brillantes?
Que vengas a decidir una cuestión –dijo la primera–. Somos tres gotas diferentes reunidas en diversos puntos. Queremos que digas cuál de nosotras vale más y cual es la más pura.
Acepto; habla tú, gota brillante.
Y la primera gota trémula habló así:
Yo vengo de las altas nubes; soy hija de los grandes mares; nací en el
ancho océano. Después de andar por mil borrascas, una nube me absorbió.
Fui a las alturas, donde brillan las estrellas, y desde allí, rodando
entre rayos, caí en la flor en la que descanso ahora. Yo represento al
océano.
Ahora habla tú, gota brillante– dijo el Alba a la segunda.
Yo soy el rocío que tiembla sobre los lirios; soy hermana de la Luna; soy hermana de las tinieblas que se forman en cuanto llega la noche. Yo represento al amanecer del día.
¿Y tú? –Preguntó el Alba a la más pequeña.
Yo nada valgo.
Habla: ¿de donde vienes?
De los ojos de una madre. Soy una lágrima.
Esta es la de más valor, es la más pura.
Pero yo fui océano…
¡Y yo atmósfera!…
Sí, trémulas gotas; pero ésta… fue corazón…
Anónimo
Dedicado:A todas las madres que sufren a causa de sus hijos.Esos seres especiales ángeles de carne y hueso, que Dios nos presta en la tierra,para demostrarnos de que es capaz el verdadero AMOR. Esa que da todo de si por el bienestar de sus hijos.
Bertha Marina Abad
Hermosos cuento con valores las lagrimas de una madre, son de mucho valor, siempre conmueven el corazón.
ResponderBorrar