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En muchas ocasiones los padres de familia creen que el acompañamiento y los deberes escolares es para niños que tienen dificultades en los procesos de aprendizaje.
He escuchado a muchos que deciden dejar la responsabilidad de las tareas a sus pequeños porque deben ser independientes, no comparto esta posición.
Nuestros niños en sus primeros grados de escolaridad necesitan padres responsables que estén ahí ayudando a crear hábitos en las tareas estar sentados, un acompañamiento no es hacer los deberes por ellos.
Es sentarme cerca sin ni nada que distraiga es motivando "que bien lo haces", es ayudarle a ver las equivocaciones, haciendo que el niño tenga esa seguridad y confianza en lo que hace.
Ellos quieren mostrar sus adelantos. Y de lo que son capaces.
Esto si favorece la seguridad y confianza (El saber que estamos ahí y que son escuchados y respetados). Acompañemos a nuestros hijos en nuestros primeros años y veremos excelentes resultados.
Existen niños que necesitan un ayuda o un refuerzo con actividades complementarias a las actividades escolares lo que llamamos "Tareas Dirigidas".
Este refuerzo tiene como objetivo profundizar, completar o mejorar procesos académicos del niño.
Con ayuda de un Tutor (maestro o otra persona que oriente y ayude al niño con un trabajo diario y continuo, el niño se hace responsable de su propio progreso educativo.
Estas actividades deben ser individuales o en grupos pequeños máximo de 3 niños, lo que permite una formación personalizada a fin de obtener mejores resultados logrando los objetivos curriculares.
Las clases de refuerzo escolar son claves cuando existen niños con dificultades en los procesos de aprendizaje, carencia de hábitos de estudio.
Las Tareas dirigidas favorecen a los niños en muchos aspectos:
Aprenden a organizar sus horarios.
Se adquiere hábitos de estudio.
Mejoran su libertad de expresión.
Bertha Marina Abad
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